Posidonia y el cambio climático
Posidonia y el cambio climático
Impacto del calentamiento del mar
El aumento de la temperatura del agua, uno de los efectos más evidentes del cambio climático, representa una grave amenaza para la
Posidonia oceanica.
Esta planta marina está adaptada a aguas con una temperatura relativamente estable y moderada, por lo que los incrementos sostenidos de la temperatura pueden alterar sus delicados procesos fisiológicos, reduciendo su capacidad fotosintética y limitando su crecimiento. Además, el calentamiento del mar puede hacer que la Posidonia sea más susceptible a enfermedades y plagas, acelerando así su deterioro y declive.
Acidificación de los océanos
Otro efecto del cambio climático que impacta negativamente a la
Posidonia oceanica
es la acidificación de los océanos, causada por el
aumento
de la absorción de dióxido de carbono atmosférico por parte de las aguas marinas. Este fenómeno altera la química del agua y puede afectar la capacidad de las plantas marinas, como la Posidonia, para formar sus estructuras calcáreas. Esto puede debilitar los rizomas y las raíces de la planta, haciéndola más vulnerable a la erosión y a la fragmentación de las praderas submarinas.
Aumento del nivel del mar
El aumento del nivel del mar, causado por la fusión de los glaciares y la expansión térmica de los océanos, también representa un riesgo para la
Posidonia oceanica
. A medida que el nivel del mar se eleva, las praderas submarinas de Posidonia pueden quedar sombreadas por una mayor columna de agua, lo que reduce la disponibilidad de luz solar necesaria para la fotosíntesis. Además, el aumento del nivel del mar puede alterar la dinámica de las corrientes y los patrones de sedimentación, afectando la capacidad de la Posidonia para colonizar nuevos hábitats y regenerar áreas dañadas.
Resiliencia y adaptación
A pesar de los desafíos planteados por el cambio climático, la
Posidonia oceanica
ha demostrado tener cierta capacidad de adaptación y resiliencia. Algunas poblaciones han logrado sobrevivir a eventos climáticos extremos, como olas de calor marinas, y han desarrollado mecanismos para hacer frente a los cambios en las condiciones ambientales. Sin embargo, la velocidad y la magnitud de los impactos del cambio climático podrían superar los límites de adaptación de esta planta, poniendo en riesgo su supervivencia a largo plazo en el Mediterráneo.